vamos a hacerlo sin prisa, despacio,
entre los dientes.
del vino a la boca
del vientre para afuera.
Fue desnuda hasta la cocina,
dejó su huella entre el buró; lo noté.
hizo panquecas y se le chorrearon
los talones. Era preciosa, según tus
cartas; era sedimento según mis huellas.
Era exquisita, y no le diste nada.
A mí tampoco. Era estúpida, según tu
padre; eras infeliz según mis pálpitos.
Un arre-bato, y sus diéresis en la frente,
por todos lados. Pelirroja. Tonta. Dulce.
Gris. Y yo que soy enjambre, te odio.
Te hostigo e insinúo que me molesta, que
te celo. Desmedida y diacríticamente.
Le aburres. No haces nada y se marcha,
y se marcha. No haces nada, no le
detienes, te brinca la lengua y se marcha.
Y yo, que me vestía de prisa, apurándome a las
horas; que me desvenaba en escalones de escarcha
horas; que me desvenaba en escalones de escarcha
me desvenía en tu sonrisa, mi gran desnudo,
mi Dios en capas. La mina, Rojama y Benjamín.
mi Dios en capas. La mina, Rojama y Benjamín.
dos espuelas, mis caderas. Giro el reloj, y apago
el sifón de tu espejo. Reprendo la suichera, y la cocina
el sifón de tu espejo. Reprendo la suichera, y la cocina
nos aparta. La habitación de mi escueta panza y
yo que camino deprisa , me beso las manos.
Las grietas. Me busco las grietas, y en el baño escala
un vecino, tu pelo . La curva de mis batatas, y morder.
Escapar y romper, romper y romper. Junturas domés-
ticas. Apócame, opácame. Siéntome descalza,
y en mi planta tres ramas. En mi palma una dama;
fue ella tu mujer y me aplasto. Acentúeme, usted.
ticas. Apócame, opácame. Siéntome descalza,
y en mi planta tres ramas. En mi palma una dama;
fue ella tu mujer y me aplasto. Acentúeme, usted.
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