18.12.10

Adma lista pada llevar a cadsa.

Silencio, porque es que ahorita me chodea la sandre de murdciégalo por entre las patitads de misd vértebrads. Tal cual el jugo de nadanja chodea por mis ventrícudos. Mis cédudas espitediales.




Mientras parpadeaba como en cámara lenta y me dirigía plenamente al hoyo cuya dimensión tergiversaba mi presente, achiné {más} mis pequeños párpados, como buscando el rechinado del viejo escenario, como aclarándome las pupilas, con las cortinas negras de aquellos rincones amarronados con el traspaso del tiempo, y es que el color amarillento periódicoviejo, JAMÁS tuvo tantas ganas de estar en una foto.

Confieso, que al pisar entre los marcos de mi pasaje montuno, sostuve en consuelo mis cortas alas, esperando que mi bien estuviese en las suelas de mis zapatos. Esperando sin juicio que algún recuerdo me tomara desnuda y desprevenida hacia las escaleras del vaivén. Del vaivén, porque allí nacieron muchos artistas. Allí nacieron cantidades monocromáticas de extraños locuaces. Allí caminaron los pasajeros de una vida y allí nací yo unas 2154468754 veces. Eso merecía 1 nacimiento más.

Y subí, guiándome del retrato desconocido que aún fetía mi gran teatro. Mi querido escenario. Comencé a dar rienda suelta a mis pasos, llevada por los trocitos de tirro que aún tenía el piso de madera. Sucumbiendo a las tachas y demás clavos que le adornaban las rendijas, el almanaque y su esencia (como siempre huí mientras andaba descalza). Y aspiré fuerte sin miedo a nada, y reencontré entonces el millón de recuerdos absueltos en mi pobre inocencia. Comprendí que había algo mío allí. Supe postergar la calma y refugiar mis ganas en una silla de plástico que sólo se guindaba en medio de lo que vivía en cámara lenta. -Repito- CÁ-MA-RA LEN-TA.

Fue como si de repente se reanudaran todos aquellos trazos de voces lisas y de lienzo fabricado para ser alma de una vez por todas. Y es que tú eras, o no eras artista. Tú transmitías y de hacerlo, algo de allí simplemente se hacía tuyo. Era un pasaje rápido, donde tu alma era utilería lista para llevar.

Y éste fue uno de mis regresos más nostálgico, más humorístico, más emocional y más puro en tantos años.

Destapé un furor pestilente a fotografía vieja, a manantial de evocaciones.

Siempre supe que al salir: yo sólo volvería.

Y es que últimamente me siento un personaje. Siento que tengo vida propia. Que puedo hacer lo que quiera mientras emplee acuarelas. Mientras hacer lo que quiera implique: HACER LO QUE QUIERA.

siento que estoy en condiciones de amar con todo y dulces.
Con todo y rizos.
Con todo y nariz.
Con todo y sexo.
Con todo... y alma (lista para llevar a casa)


{Yo no soy ni actriz, ni poeta; yo soy un puerco de patas cortas.}