27.7.11

Velada literal.

Pandoras

E intenté coger todas 
las mariposas que salían de su nariz
con el calcetín más hueco de todos. 

Fue como palparle un riñón a cada lucero,
lamerle las caries a un gusano
y parir de cabeza.

Típico del humano pez:
nacer con los párpados muertos
y morir fríos en una panadería o en la esquina de la bodega.

Es como delegarle la Unión Soviética 
a cualquier chivudo, comunista y ruso;
más ruso que una violencia mediática.

Hay que hacer el amor
a plena desnudez de
un apagón provocado.

¿No te parece que somos
como muy venezolanos
para tener este pulso?


Sin título

Con un sello torácico 
haciendo borbollones de saliva,
se le ha dormido la cara toda desordenada 
como dos fanales sin espalda;
donde la vida es vida
y comienza algún vocablo,
es donde se nacen las palabras
y tú acabas
       acabas
    y acabas.

Se extinguen las miradas mariposa
para aferrarnos a todo aquel infinitivo
que tenga coma
que viva en pausa
que muera y coma
que haga ruido
que trague sangre
y que también coma. 

No hay más prórroga en este verso
que vomita mi infancia
y se trae mis ganas de hacernos
más bulto
más peso en los bolsillos
más tiernos en la hamaca. 

Y es que de acuerdo
a las leyes de fobia
se cortan
de tirón las risas
que vengan desnudas a la fuerza.

-          Amén.


Nada personal

Carezco de óvulos que en las sienes
descaman el murmullo de mi pelo;
que buscan espacio en cada vena
y se quitan los zapatos para entrar a casa.

Ya no hace falta el mismo semen
para darle vida a los domingos,
para nacer un día de fiesta,
morir y ser beata; 
todo al mismo tiempo.  

 




1 comentarios:

Ricardo Ibarra dijo...

FABULOOSOO.. VISITA MI BLOG