Bigotes de leche
Que caigan todos los pórticos que
luego de que cualquier amén
se apaguen nocturnos; y que vuelvan
los días de polvo
soplados por mi nariz de roca.
luego de que cualquier amén
se apaguen nocturnos; y que vuelvan
los días de polvo
soplados por mi nariz de roca.
Dios ponga un buñuelo de piel
propugnando un pómulo dormido;
que supla en dobles a los rizos
que se despintan en mi torso.
propugnando un pómulo dormido;
que supla en dobles a los rizos
que se despintan en mi torso.
Desopilar lo amargo de mi pubis adormilado,
fungiendo en Praga la dosis
que en mi sexo es veneno de ratas
y mis raíces de epidermis tajada, mueran.
fungiendo en Praga la dosis
que en mi sexo es veneno de ratas
y mis raíces de epidermis tajada, mueran.
Arterias que se hurgan infecundas
pintorreando la escenita mortuoria
como esdrújulos de papel torcido
y mis retoños queriendo ser los pies
pintorreando la escenita mortuoria
como esdrújulos de papel torcido
y mis retoños queriendo ser los pies
-en susurro-
de un bigote de leche.
Torpe desdén
Todo lo viril en su cuerpo raquídeo
se fue rebasando
se fue rebasando
por la oreja de una taza de enjambre.
Ahora dame ganas que no quiero dormirme
y son más de las cuatro;
ya soy ternura.
Tómame que me hago soplo
cuando se exhalan los suburbios
en mi espalda.
Tómame que soy sosiego, fósforo y miel.
Tómame que me escurro entre tu barba
y le soy infame a tus pecas.
y migaja por migaja
depilo una hebra de cayenas moradas.
La mesa me sujeta y el buró me carga.
me tomé algunos centímetros de tu talla
para descubrirme más rígida, más espesa;
a ver si las leyes me hacen lo mismo que a ti.
Desabrocha estos lunares
que están ansiosos por chuparte.
No es que no crea en el humo que exhortan las lluvias,
es que todo se hizo gemido después de ti.
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